viernes, 21 de abril de 2017

Algunos vídeos sobre lo intolerable




Estos tres vídeos muestran hasta donde puede llegar la intolerancia humana. Representan la falta de solidaridad de la que hablaba Correa en el capítulo 2 de su libro Imagen y control social
Se trata de imágenes que sin duda impactan, quedan en nuestra retina y nos crean un sentimiento de repulsión en el mejor de los casos. Son presentan al "Otro" como un individuo en situación de sumisión, como un animal, como un objeto...  Los límites del mal en los hombres. 

Por otro lado, el bombardeo que recibimos a diario de imágenes de este tipo puede llegar a insensibilizarnos, a hacernos creer que esto es lo "normal", que no tiene solución. Y este es uno de los principales problemas a los que nos enfrentamos en la actual sociedad. Y, por desgracia, posiblemente sea algo que vaya a peor, entre otras cosas a causa de los videojuegos y otros medios mediáticos. 

Reflexiones sobre prensa


Los permisos de armas son uno de los principales problemas de EEUU y sucesos como los que se narran en esta noticia ocurren con demasiada frecuencia en este país.
¿Están los estadounidenses insensibilizados ante este tipo de acontecimiento?
¿Esta situación está cada vez más “normalizada”? Quiero decir, ¿el shock inicial ante estas noticias tiene cada vez menos impacto en los sentimientos de las personas, por ser sucesos que ocurren repetidamente?
¿Ven los ciudadanos este tipo de hechos como algo que no tiene solución, que ocurre y ya está?

En mi opinión, la respuesta a todas estas cuestiones, lamentablemente es afirmativa (siempre de manera general, ya que en muchas ocasiones, son precisamente este tipo de hechos los que suscitan la rebelión de unos pocos y la polémica social a veces tan necesaria). 


Se trata de un programa de televisión chino donde el presentador Ding y su equipo han entrevistado a más de 200 condenados a muerte, en muchos casos en los minutos previos a recibir la inyección letal o un tiro en la nuca, los dos métodos habitualmente empleados en el país asiático para aplicar la pena capital.
Se centraba en casos violentos, nunca políticos o en los que la autoría del crimen estaba en cuestión. Se escogían siempre aquellos casos considerados más adecuados para promover el efecto disuasorio de la pena de muerte e instruir a la gente sobre las consecuencias de tomar el camino equivocado.
“La intención es evitar que otra gente repita sus errores”

¿Moral o morbosidad?
¿Justicia para todos?
¿Pena de muerte como fuerza de control?

Pero lo que a mi personalmente me resulta realmente sorprendente es que este programa fuese puesto en marcha con el objetivo de educar a la población, es decir, con fines educativos y pedagógicos. ¿Con qué fin? Muy sencillo: evitar que el resto de ciudadanos hagan lo mismo, para conseguir el control de las mentes del resto de individuos. 



Este vídeo, colgado en Youtube por un usuario anónimo, muestra a cuatro soldados de EEUU orinando sobre tres cadáveres afganos. Al menos cinco soldados del ejército norteamericano han sido sancionados. Gracias a estas imágenes los soldados no pudieron hacer otra cosa que aceptar las acusaciones y confesar sus actos.
He aquí un claro ejemplo del poder de las imágenes y la capacidad de difusión de los contenidos en la red, así como sus consecuencias.

Por otro lado (al margen de esta noticia en concreto), no debemos olvidar que también existe la manipulación informativa. Tal y como el propio Correa afirma, las imágenes tienen un poder visual difícilmente cuestionable pero, al mismo tiempo, es necesario tener cuidado y no dar por obvio lo que vemos a simple vista, dicho en otras palabras, no debemos dar por hecho una única verdad mediática y obviar el resto. 


La nueva película de Kathryn Bigelow, ‘La noche más oscura’, sobre la captura de Bin Laden, reabre el debate sobre los métodos de la CIA para obtener información, sobre la legitimidad de la tortura.
Obama y las organizaciones de derechos humanos simplemente han calificado esas técnicas como torturas y manifestado que suponen la traición de principios básicos establecidos en la Constitución de su país: “América no tortura”.
La noche más oscura nos muestra cómo la tortura hace hablar: el dolor y el pánico que se ejerce sobre un prisionero en los primeros minutos de filme concluye con la caza y captura del líder de Al Qaeda al final de la película.


Ante el dolor de los demás

A modo de introducción me gustaría empezar proponiendo este vídeo sobre “10 fotografías que hicieron historia” para reflexionar sobre ellas:


En su libro, Susan Sontag trata de acercarse al fenómeno de las imágenes violentas intentando establecer una relación directa con las imágenes de la violencia como guerras, genocidios y barbaries y sus representaciones audiovisuales. Susan Sontang  reclama la necesidad de denunciar desde la fotografía el abuso tantas veces como éste se produzca. De este modo, la autora  trata de acercar al lector al sufrimiento de los otros. Algo necesario para el ser humano, ya que de esta forma es capaz de identificarse con el otro y, por tanto, comprender ciertos aspectos de la vida que de lo contrario pasarían desapercibidos.
A lo largo del libro se hace una reflexión sobre las imágenes más denigrantes que han podido captar los reporteros gráficos en las diferentes guerras y sucesos que han asolado a la humanidad. Así, tanto el contenido de estas fotografías y su uso ideológico como la reacción del espectador y de los propios fotógrafos son partes fundamentales de análisis.

Esta lectura nos da que pensar…
¿Qué efectos tiene la continua exhibición de miserias en el espectador?
Cabe destacar que en este punto podemos encontrar dos puntos de vista. Cuando las víctimas somos “nosotros”, es decir, personas relativamente cercanas con las que podemos llegar a identificarnos, estas imágenes de atrocidades no son tan explícitas como aquellas en las que la víctima es una persona que nos “pilla lejos”, cuyas imágenes son presentadas con el más mínimo detalle.

¿La sobre-estimulación de la sensibilidad a través de las imágenes conduce a una naturalización de aquello que es mostrado y sus causas, un sentimiento de que lo que se ve es, después de todo, irremediable?
Los medios de comunicación, los videojuegos y las películas nos han bombardeado tanto con imágenes sangrientas y morbosas que cada vez es más difícil hacer sentir algo a alguien con ellas, estamos cada vez más insensibilizados. El shock ante estas imágenes cada vez tiene menos potencia de impacto.
También ocurre que, al estar tan bombardeados por este tipos de material audiovisual, nos es ya algo “normal”, algo cotidiano, de tal forma que lo vemos como algo que no tiene solución, ocurre y ya está.

¿De qué manera la proliferación de imágenes de todas partes del mundo genera en nosotros la presunción de que “sabemos” lo que pasa? 
La respuesta la podemos resumir en la siguiente frase: “si no lo veo, no existe”. (Esto tiene también mucha relación con lo que comentábamos en la entrada anterior de las "verdades" mediáticas).

Otro punto al que Sontag dedica atención especial es a la fascinación que la atrocidad ajena es capaz de generar, ese impulso morboso que pulsa con más o menos fuerza en todo espectador. La divulgación de fotografías de muertos, heridos, enfermos y hambrientos responde a una lógica doble: por un lado, a la denuncia de estas situaciones; por otro, a la satisfacción del morbo. En este punto podemos plantearnos dos cuestiones: ¿En qué medida es el morbo del público el que favorece la transformación del dolor ajeno en espectáculo? ¿Hasta dónde la fotografía documental y periodística de la atrocidad cumple una función concientizadora y, más allá de ella, se convierte apenas en una exacerbación de la morbosidad? Respecto a esto, Susan Sontag critica a quienes convierten el horror de la guerra en un espectáculo y que nos advierte del peligro de que la propia imagen se vuelva un producto meramente banal. 

Sontag realiza en Ante el dolor de los demás una reflexión continua sobre lo que las imágenes son capaces de suscitar en las personas. Insiste en que una fotografía puede causar en la gente un acto de rebeldía, de concienciación. Pero también puede provocar todo lo contrario; esto es, indiferencia, morbo: únicamente simple curiosidad. El amor a la maldad, dice, es tan natural en los seres humanos como la simpatía.

Bibliografía:

Sontag, S. (2003): Ante el dolor de los demás. Madrid, Santillana Ediciones Generales, S.L

miércoles, 19 de abril de 2017

Imagen y control social. Capítulo 2.

CAPÍTULO 2. Imágenes de lo intolerable.

2.1. Reflexión primera: la memoria de lo imborrable.
Los significados que construimos sobre las imágenes nos revelan un mundo, al igual que nos ocultan otros mundos posibles (ésa es la grandeza y la miseria de las imágenes). Los factores individuales (historia personal, competencia decodificadora, ideología…) interactúan con los sociales (estereotipos, ideología dominante, cultura, religión…). Cualquier imagen es una fuente inagotable de significados. Nuestra adscripción a un determinado grupo humano de referencia va a consolidar unos significados en detrimento de otros, delimitando las posibles connotaciones que son, al fin y al cabo, patrones de cultura o de costumbres sociales como especiales formas de percibir e interpretar la realidad en que se vive.

En la actual sociedad mediática à Imágenes ligadas al espectáculo. Por ejemplo: las snuff-movies: grabaciones de asesinatos, violaciones, torturas, suicidios, necrofilia, infanticidio, entre otros crímenes reales (sin la ayuda de efectos especiales o cualquier otro truco) con la finalidad de distribuirlas comercialmente para entretenimiento.
Las imágenes de lo intolerable debieran ser la memoria de lo imborrable. Cuando no hay imágenes, no hay memoria o no hay Historia.

2.2. Bestiario icónico de vilezas, opresiones y otras maldades.
Las imágenes, en ocasiones, hablan y narran una historia que sucedió en algún momento, imágenes que han eternizado un instante, han congelado el tiempo para que seamos espectadores de excepción o en cierta forma protagonistas, si nos implicamos emocionalmente con lo que vemos y miramos.
La condición humana ha optado por seguir como norma social e histórica el dilema de considerar al Otro como un espacio de poder y no como un espacio de tolerancia. Siempre ha habido, hay y habrá seres humanos que pertenezcan a los opresores y seres humanos que sean los oprimidos. En este contexto lo intolerable es hacer pobre al Otro. Lo intolerable es, precisamente, lo que niega la parte más luminosa de nuestra condición humana: la solidaridad, la tolerancia, el amor, la entrega, el sacrificio…
A través de las imágenes podemos comprobar algunos sucesos que podríamos clasificar de intolerables y que, por ello, son imágenes que se han vuelto mediáticas y han dado la vuelta al mundo. En ocasiones es tal la intensidad de estas imágenes que podemos percibir la angustia del ser humano, el intenso dramatismo de la escena queda condensado en su propia acción y en los rostros de los personajes. Muchas veces estas imágenes pertenecen a esa clase de documentos gráficos que la censura militar o política trata de «ocultar» ante la opinión pública, ya que son fuente de una auténtica polémica social.

Algunos ejemplos son: la pena de muerte, el racismo, las dictaduras, masacres en nombre de la religión, terrorismo, tortura de guerra, etc.
Imagen tomada por Thomas Howard en 1928 y reproducida en el Daily News de New Cork

Imagen tomada por Eddie Adams en 1968 durante la Guerra de Vietnam

Como decía Robert Capa, el genial reportero gráfico de los conflictos bélicos, «los muertos habrían perecido en vano si los vivos se negasen a verlos».
Volvemos aquí de nuevo a la frase en torno a la cual gira este capítulo:
Si no hay imágenes no hay historia.

En algunas situaciones, como las de atentados terroristas o guerras, las empresas de relaciones públicas lanzan “verdades” mediáticas y constituyen el principal aliado del Departamento de Defensa. La estrategia básica consiste en verter sobre la opinión pública un suceso abominable y que se supone ha ocurrido en la realidad y que va a crear un estado de opinión. La estrategia refinada sería «alimentar» esa información para seguir sensibilizando a la ciudadanía. Así se actuó en la Guerra de los Balcanes creando conceptos mediáticos que no se correspondían con la realidad: «campos de exterminio serbios», «limpieza étnica», «genocidio racial», etc.
En la guerra de Vietnam, la «defensa del mundo libre» fue el argumento que racionalizó aquella barbarie y lo que galvanizó a la opinión pública USA para intervenir militarmente en un exótico país alejado de sus fronteras miles de kilómetros. En la segunda Guerra del Golfo y el derrocamiento definitivo de Sadam Hussein se le dijo a la opinión pública mundial que Irak poseía armas de destrucción masiva y letales armas químicas para ser utilizadas contra Occidente. En sí mismo, el arte de la democracia acaba residiendo en la habilidad y estrategia de los políticos y gobernantes en la «fabricación del consenso» un término eufemísticamente orwelliano que viene a ser lo mismo que «control del pensamiento», como nos recuerda Noam Chomsky.
Lo que no se ve no existe. Lo que no existe no puede demostrarse.
Por otro lado, Los beneficios de algunas empresas de seguridad privadas crecieron hasta un 300% durante la guerra de Irak, lo que demuestra que la privatización llega hasta un conflicto bélico.
Una sociedad guiada por las intenciones y no por la ley puede desembocar en una sociedad sin ley. Estados Unidos es un claro ejemplo: los intereses ocultos, las mentiras mediáticas, las actuaciones del ejército y su cohorte de mercenarios donde «todo vale» para frenar los avances del terrorismo internacional de los fundamentalistas islámicos, la «vietnamización» de los territorios «liberados», la inseguridad y el clima de violencia extrema que genera la ocupación USA… hacen poco creíble la idea de que Estados Unidos es el paladín del mundo libre.

El capitalismo neoliberal tiene hecha una lista invisible de gente que ha sido declarada peligrosa para el sistema. Por suerte, la misma mecánica de funcionamiento del sistema asegura la eliminación o anulación de estos grupos. Toda esta gente son los Nadies: mujeres, pobres, inmigrantes, niños, homosexuales, drogadictos, enfermos, delincuentes, ancianos...
El sistema puede lograr domesticar los cuerpos y las mentes de las personas, su forma de actuar o de pensar, pero nunca su capacidad de soñar y de creer en las utopías.

viernes, 14 de abril de 2017

Imagen y control social. Capítulo 7.

CAPÍTULO 7. Imágenes humanas de lo divino.


7.1. Algunas consideraciones sobre el hecho religioso.
El hecho religioso tiene su origen en el animismo: creencia de que los seres humanos compartimos el mundo con una serie de seres extraordinarios y extracorpóreos y en la existencia de un alma o sustancia espiritual que se aloja en nuestro cuerpo y nos abandona en la muerte.
Esta creencia tiene sus orígenes desde que el hombre es hombre, desde la Prehistoria, y la interpretación de la palabra de los dioses a los humanos ha estado ligada a la aparición también de una casta especializada de mediadores (chamanes, hechiceros, sacerdotes…). Con la aparición de los primeros Estados se acompañó del desarrollo de instituciones eclesiásticas y una organización y administración del culto religioso a las deidades oficiales.
Muy llamativo es el hecho de que desde las primeras prácticas religiosas primitivas los sacrificios de carne han ocupado un lugar importante. Uno de los más llamativos es el sacrificio humano por parte de los aztecas ya que, a diferencia de otros dioses, las deidades aztecas tenían apetito de carne humana. 
En contraposición con estos sacrificios y con las prácticas antihumanas de algunas religiones, surgieron unas nuevas religiones sólo esperaban que los seres humanos se dedicasen a realizar el bien entre sus semejantes y entre todos los seres vivos, negando gran parte de los placeres terrenales. Una nueva filosofía y una nueva religión, basada en la meditación profunda y en la trascendencia de una nueva vida, más armónica y plena, después de la muerte. Es el caso del cristianismo.
Pero si hablamos de la representación icónica de los dioses que han representado y representan las religiones cabría preguntarnos: ¿Hasta qué punto las imágenes masculinas de Dios no se relacionan con el discurso vigente sobre la masculinidad? ¿En qué medida la dominación masculina impide otras representaciones de Dios que no sean de carácter androcéntrico?
(Androcentrismo = la práctica, consciente o no, de otorgar al Varón y a su punto de vista una posición central en el mundo, las sociedades, la cultura y la historia)

7.2. En el principio era un pez: iconofobia de la religión cristiana.
Hay una deuda de la iconografía cristiana con la pagana, pues muchos símbolos e imágenes paganas se reciclaron y adaptaron al nuevo culto.
Ángeles y demonios = el Bien y el Mal.
Jesús = el Buen Pastor (dios pastor griego Hermes Krióforo)
Espíritu Santo= la paloma (símbolo de Venus).
Pero para llegar a ese nivel iconográfico, los primitivos cristianos habían heredado del Antiguo Testamento, como hemos dicho anteriormente, la prohibición de representar a la divinidad por lo que pronto recurrieron a símbolos herméticos que dieran estatuto de pertenencia a una comunidad sin levantar sospechas:
La cruz, como símbolo del sacrificio del Hijo de Dios.
El triángulo equilátero, con el ojo omnividente de Dios.
Representaciones crípticas de Jesucristo como un cordero o como un pez (el acróstico griego ICHTHYS, que significa pez, son las iniciales de Jesús Cristo Hijo del Dios Salvador).  

7.3. La imaginería religiosa, entre la ortodoxia y la provocación.
Biblia Idiotarum
Poco a poco, quienes detentan el poder divino aquí en la Tierra se van percatando que un uso «didáctico» de ciertas imágenes devotas, acompañadas de una piadosa prédica, pueden servir de difusión del evangelio: «la imagen es la literatura de los laicos». A partir de ahí se tomó a la imagen como arma de persuasión, de legitimación o de glorificación, dando lugar a una producción masiva de imágenes devotas. 
Sin embargo, uno de los principales escollos que tuvieron que salvar los creadores de imágenes fue precisamente la estricta ortodoxia de lo figurativo en materia religiosa. Varios artistas fueron incriminados por el Tribunal del Santo Oficio por plasmar escenas cristianas que no se adaptaban a las exigencias iconográficas de la Iglesia. 



La Iglesia siembre ha sido muy estricta con los criterios regentes en lo que ella considera como los límites de lo canónico. Fuera de ahí, cualquier imagen puede ser considerada desde un agravio a la moral católica hasta una flagrante representación herética. Incluso si el creador o la creadora de imágenes fuese un pintor tan peculiar como Salvador Dalí. 


Por otro lado, el arte barroco fue un paradigma de representación en la iconografía religiosa por cuanto suponía una ilustración de lo divino que servía de doctrina permanente en los muros y en las estancias de las iglesias y de las catedrales. 


También hay representaciones icónicas más actuales en las que se muestran representaciones de Jesucristo tan poco convencionales que levantan una polvareda de protestas de sectores conservadores de la sociedad y el clero.



Sin embargo, a pesar de que las autoridades primitivas de la Iglesia tenían una aspiración obsesiva por conseguir retratos auténticos y veraces del rostro de Jesucristo, su aspecto físico seguirá siendo un misterio por desvelar. De hecho, estas representaciones canónicas de la figura de Jesucristo se han estereotipado tanto a lo largo de los siglos por parte de la Iglesia que cualquier representación que se aparte de esos cánones nos cuesta bastante esfuerzo en asimilarla.
Casos muy particulares en la historia del cine de tipo religioso fueron representar un Judas negro en Jesucristo Superstar (Norman Jewinson, 1973) o de un Dios también de raza negra en Como Dios (Tom Shadyac, 2003). 



Control a través de las imágenes por parte de la Iglesia:

El siglo XXI tampoco parece una patente de corso que libere del debate y la polémica social y mediática a las producciones audiovisuales (aquí se revela, en toda su amplitud, que ninguna imagen es neutra e inocente).

En el fondo, pensamos, ese afán y celo eclesiástico por preservar el ritual de imágenes se fundamenta en la unificación de las miradas para conseguir el control de los espíritus. La pedagogía de la imagen religiosa nunca debe ir más allá de lo que dice la palabra. Se convierte en un mensaje autoritario porque no deja alternativas de creación ni de interpretación. Exactamente como ocurre en la iconografía de la cultura de masas o las imágenes administradas desde el poder político destinadas a servir como control social.

jueves, 13 de abril de 2017

Imagen y control social. Capítulo 5.

CAPÍTULO 5. El Otro. La alteridad a través del cine

5.1. ¿Quiénes son los otros?
Existe el “YO/NOSOTROS” porque existe el “OTRO(S)”. No puede existir un término sin el otro.
En la historia: primeras poblaciones à primera diferenciación entre individuos (labores, gobernantes-gobernados).
La diversidad de la especie humana se puede vivenciar desde dos enfoques radicalmente opuestos:
a) Como un espacio de tolerancia entre iguales
b) Como un espacio de poder entre opresores y oprimidos.
Algunos ejemplos:
Plebeyos/Patricios
Cristianos/Paganos
Esclavos/Blancos
Salvajes/Conquistadores
En definitiva, sociológica e históricamente, hay una concepción de la alteridad basada en una visión del mundo que es sustentada a su vez por una moral y ética maniquea.

Hoy, el mundo global se enfrenta a la presencia cotidiana y ubicua del extranjero, del Otro y ahora vivenciamos esa diversidad en forma de sudacas, latinos, negros, moros, polacos, espaldas mojadas, sin papeles...

5.2. Cine y Antropología: miradas canónicas y disidentes del lenguaje fílmico.
El cine contribuyó al acercamiento de realidades remotas que se sólo se conocían a través de los grabados o los libros de viajes.
Cine ↔ Antropología
La oficialidad antropológica, basada en la «objetividad» y el método científico, sacralizó una cosmovisión donde el estadio más alto del desarrollo humano lo constituía la «civilización» y el extremo opuesto estaba ocupado por el «salvajismo» y la «barbarie».
Éste fue uno de los puntos de inflexión para distinguir entre el «nosotros» y los «otros».
Nanook elEsquimal (Robert Flaherty, 1922) es considerado el primer documental antropológico de la Historia del Cine. Por primera vez, se nos presenta al Otro actuando en su propio medio y sin el comentario “científico” de un plano medio del antropólogo que estudia una realidad lejana.

Cine = no solo una lucrativa industria, sino que en el fondo remite a formas de socialización inadvertidas y de imposición autoritarias de determinadas ideologías.
Ejemplo: en el cine del Oeste siempre se caracteriza al indio como el malo. Con el paso del tiempo, estas miradas se convirtieron en la verdad asumida desde la propia ideología dominante (la del hombre blanco).
Sólo cuando el cine ha comenzado a ver el indio, el Otro, como un ser con entidad propia en todos los sentidos y se han comenzado a verter denuncias en forma de imágenes sobre aquel genocidio, estamos hablando de miradas disidentes del lenguaje fílmico.
También hablamos de miradas disidentes cuando nos referimos a aquéllas que se apartan de las convenciones estereotipadas del cine como lenguaje.

5.3. La imagen del Otro en el cine.
El fundamentalismo de la imagen construye miradas canónicas que tienden a convertirse en estereotipos.
El extranjero siempre es el Otro (a pesar de vivir en un mundo globalizado).
El cine como lenguaje y como arte no ha sido ajeno al hecho plasmar en imágenes la alteridad que se ha vivido y vive en la sociedad. Ahora bien, el problema surge en el momento en que queremos realizar un intento taxonómico para establecer diferentes categorías del Otro.
Una alteridad compleja llevada a las pantallas ha sido el esfuerzo del humano por hacer humano un ser extraño creándolo a su imagen y semejanza, usurpando una propiedad de los dioses. Se ha creado al Otro pero para que forme parte de Nosotros.
Formas en las que consideramos que el cine ha representado la alteridad:
  1. Cuando los otros son nosotros. por alguna causa, el «nosotros» es escindido causando una situación de conflicto y enfrentamiento abierto entre ambos bandos irreconciliables. Ej.: El nacimiento de una nación.
  2. Enemigos de la patria identificados como tales. La cultura de masas y el cine bélico han reforzado que nuestros enemigos tras la II GM han sido soviéticos, alemanes y japoneses. Ej.: El Gran Dictador.
  3. Los otros como enemigos imaginarios. Aparecen nuevos enemigos difusos bajo la bandera apátrida del terrorismo internacional. Como si se tratase de consignas políticas dictadas por el Pentágono a la industria de Hollywood. Ej.: Señales.
  4. Psicópatas y asesinos. Muestran al Otro como un ser anómico y repulsivo. Ej.: El silencio de los corderos.
  5. Cuerpos y mentes fuera de la norma. Mirar lo «anormal» desde una óptica de poder como algo diferente.  El cine siempre ha sido proclive al dominio de lo monstruoso, la otra cara de la moneda de lo natural. Ej.: Eduardo Manostijeras, Forrest Gump.
  6. Sexualidad y género marginales. Todo lo referente al sexo siempre ha sido un tema tabú en el cine. Otros temas, como la homosexualidad o el travestismo han tenido géneros fílmicos diferentes para su expresión. Ej.: Con faldas y a loloco, La chica danesa.
  7. Venidos de otros mundos. Se nos excita la imaginación y se pone en cuarentena la creencia de nuestra supuesta soledad en el Cosmos. Ej.: ET.
  8. Criaturas del más allá. Los confines de la ultratumba también han sido explorados por la imaginación del cine para crear seres diferentes más allá de nuestra propia imaginación. Ej.: Drácula, El exorcista
  9. La nueva teogonía de los superhéroes. Se han inventado unos superhéroes que deben proteger a la humanidad del mal como si nuestra existencia fuese una eterna lucha de corte mazdeísta. Ej.: Superman, El Zorro.
  10. A imagen y semejanza del creador. El mito de Pigmalión ha sido llevado al cine desde sus comienzos. Ej.: Frankenstein, Matrix


 5.4. Últimas reflexiones sin happy end.
Las categorías que hemos establecido no tienen la consistencia necesaria como para ser excluyentes ni como para abarcar toda la casuística del tema de la alteridad en el cine. Hay muchas formas de ser “diferente” y de definir al otro, por lo que estas categorías pueden tener esa doble característica de ser estables (por su condición de ser visibles a través de un largo período de tiempo) y a la vez dinámicas (porque pueden surgir nuevas categorías contingentes con las condiciones de nuestra mirada).
Podríamos así incluir una nueva categoría, la de los excluidos del sistema: pobres, desheredados, parias, pero también delincuentes, personajes marginales… Un ejemplo podría ser la película de La naranja mecánica. En películas como este, el escándalo visual provoca nuestra mirada y nos puede mostrar en imágenes toda la crudeza de la alteridad en el cine.
Resulta paradójico este escándalo visual, estético y ético ante una mutilación no vital de un órgano cuando, por el contrario, permanecemos impasibles ante las muertes coreográficas acaecidas en la pantalla. Nuestro interés y nuestro deseo van unidos a la identificación que hacemos del nosotros y la exclusión afectiva e ideológica de los otros, que en esa moral maniquea del celuloide vienen a ser los «buenos» y los «malos». Nuestro corazón está en un puño cuando alguien de nosotros corre algún peligro o incluso muere, pero sentimos cierto alivio y hasta satisfacción cuando lo que está escrito y previsto en el guión se cumple y el otro, enemigo y rival, es vencido o muerto a manos de nuestro héroe.
En esta ausencia de libertad, cómoda y suave, razonable y democrática que preside la racionalidad tecnológica de Occidente corremos el riesgo de que otras muertes coreográficas, sobre todo de guerras televisadas en directo, la justifiquemos con nuestra indiferencia o con nuestra falta de sensibilidad porque no son nuestros muertos y se la adjudicamos a los otros.
Todo ello sin tener el tiempo suficiente de pensar que las bombas «inteligentes» son únicamente aquéllas que no explotan, de preguntarnos por qué hacemos diferentes y excluidos a esos Otros y qué ocurre detrás de la imagen que se muestra, es decir, qué otro catálogo de intolerancias está ocurriendo en ese momento en el mundo cuando se nos muestra por la televisión y en directo la versión de la historia que deciden mostrarnos.

lunes, 3 de abril de 2017

Nuevas prácticas comunicativas y control de los mensajes.

Actualmente, la llegada de estas nuevas tecnologías aporta movilidad, conectividad, ubicuidad y permanencia a los procesos sociales. Se produce así un cambio de paradigma: nos encontramos en una sociedad pluriconectada, en la que se produce, como hemos dicho anteriormente, un constante intercambio de información en la red.

Manuel Castells (2009) explica que la multiplicación de canales y modos de comunicación que permiten las nuevas tecnologías ha provocado una evolución en la que pasamos de una ecología mediática homogénea a un sistema en el que lo que priva es la diversidad de medios.

La comunicación digital, por lo tanto, se caracteriza entre otras cosas por ser multimodal, interactiva y no lineal. El hipertexto se convierte así en la herramienta preferente y la narrativa digital nos lleva de los nuevos medios a las hipermediaciones. Se supera la tradicional dicotomía emisor-receptor que muta en nuevas concepciones como los EMIREC de Cloutier o los prosumers de Toffler. Y, como adelantó McLuhan, las fronteras entre medio y mensaje se difuminan, y el mundo del siglo XXI se caracteriza por una convergencia tecnológica que, siguiendo a Henry Jenkins, lo hace trasnmediático.

La comunicación se convierte en la forma de interacción con el entorno social, y por tanto, depende de la estructura, la cultura, la organización y la tecnología de comunicación de una sociedad. En la actual sociedad del conocimiento predominan lo que Castells denomina redes digitales de comunicación: los medios de comunicación multimedia y las redes de comunicación interactivas, entre las que destacan Internet y las conexiones inalámbricas.  

A través de estos medios de comunicación se produce el intercambio de una gran cantidad de información, por ser estas redes de carácter global. Todo ello permite a los usuarios participar y colaborar conjuntamente en la construcción de conocimiento.
Sin embargo, tal y como expone Castells (2009), la forma esencial de poder está en la capacidad de modelar la mente de los individuos a través de los procesos comunicativos, es decir, a través de los mensajes. Esta forma de comunicarse y relacionarse, por tanto, también tiene su lado oscuro. Autores como Callejo (2008) hablan del mensaje como forma de consumo.

sábado, 1 de abril de 2017

La datificación de las imágenes

En esta entrada vamos a reflexionar sobre qué información relevan las imágenes digitales sobre nuestra identidad; cómo a partir de los datos asociados a tu configuración de pantalla habitual (aspecto, formato, tamaño, píxeles...) un hacker experto puede averiguar quién opera tras esa pantalla por muchas medidas para proteger tu anonimato que hayas tomado.

¿Cómo reconoce Facebook las caras de los usuarios?

Cuando un usuario, desde su ordenador, crea un nuevo álbum de fotos en Facebook, hay un paso que quizás a muchos no les sorprenda pero que tiene mucha tecnología detrás (y polémica). Una vez que la persona «sube» las fotografías, la red social identifica los rostros de las personas que están en ellas y le pregunta al usuario si los quiere etiquetar. Es decir, Facebook reconoce cuáles de tus amigos están presentes en esas fotos. A veces no los identifica, bien sea porque no es un amigo de la red social, o porque el sistema no logra extraer la información necesaria de este.
Esta nueva forma «moderna» de reconocimiento de rostros se denomina "DeepFace" y consiste en varios pasos convencionales: detectar, alinear, representar y clasificar.



Hasta aquí a todo el mundo puede parecerle algo totalmente positivo pero... 

¿Hasta qué punto controlamos la privacidad de nuestras propias imágenes? 
¿Controlamos realmente nuestra identidad digital? 

Este software de reconocimiento facial puede considerarse una potencial pesadilla para los defensores de la privacidad, ya no solo a nivel de control en la red sino a niveles más altos. Por ejemplo esto podría permitir a los gobiernos de rastrear los movimientos de ciudadanos en público y a las agencias de policía experimentar con programas de reconocimiento facial para investigación y vigilancia.


¿Qué repercusiones puede tener esto a nivel económico?

Este reconocimiento facial tan preciso podría ser una bendición para las empresas de tecnología y marketing que dependen de saber tu identidad, es decir, a través de este sistema de detección facial y software se puede determinar la edad y género de un consumidor y después ajustar anuncios que se ajusten a sus intereses. 




Fuentes: 

http://www.abc.es/tecnologia/redes/20140321/abci-facebook-reconocimiento-facial-preciso-201403211737.html

https://www.fayerwayer.com/2011/06/facebook-cambia-sus-politicas-de-nuevo-y-el-reconocimiento-de-rostros-fue-activado/

http://cnnespanol.cnn.com/2014/04/21/como-funciona-el-reconocimiento-facial-de-facebook/

TV caníbal

¿Qué opináis de que unos presentadores de televisión coman carne humana en su programa para alertar sobre la falta de donantes en su país?

Esto ha ocurrido en Holanda y ha desatado un gran polémica. 
Aquí os dejo la noticia


¿Su intención era crear polémica, concienciar a la gente o promocionar su canal de TV?

Ahí está la cuestión...

Desde mi punto de vista, no dudo en las buenas intenciones de los presentadores de querer llevar su mensaje social al público. Sin embargo, ¿pensáis que es la forma más adecuada? ¿Habría sido posible crear tanta expectación sobre el problema de otra forma?

Lamentablemente, desde mi punto de vista, la cosa funciona así: a mayor espectáculo, mayor difusión. 
Lo mismo ocurría en el caso de las Pussy Riot que hemos comentado anteriormente. 
Parece que hoy en día, con tanta información y tantos medios y canales de difusión, la mejor forma de destacar es hacerlo a lo grande, ser noticia, para ser escuchado.